Vergüenza Ajena (¿o sana envidia?)

Cuando se pierde esa pequeña chispa para hacer las cosas que en su momento eran tan importantes, todo se nubla, pierdes el enfoque y crees que todas las cosas que haces están bien, cuando en realidad estás haciendo todo lo contrario. Es exactamente lo que sucede a mucha gente cuando termina una relación, lo último que deseas es volver a enamorarte porque tienes la errada percepción que siempre alguien terminará dañado/a, pensar en estar nuevamente “atado a alguien” es cosa de locos y definitivamente al evitar el amor uno está completamente seguro que lo hace por propia salud mental y emocional, la pregunta del millón es ¿es cierto que uno pierde el juicio al enamorarse?

Hace poco leí que el amor es una reacción química del cerebro, que enamorarse de alguien tarda menos de un segundo, entonces se podría decir que está probado científicamente que el amor a primera vista si existe. Lo que no está probado para nada son las habilidades de Cupido para flecharnos con la persona indicada, lo que también está probado, comprobado y certificado es la sarta de flechazos inservibles que uno tiene que recibir valientemente y soplarse noches de insomnio, borracheras, amarguras, tristezas y muchas más nefastas sensaciones inspiradas en alguien que en su momento, (hay que admitirlo), nos alegró la vida; pero después nos destrozó todo.

Lo único que cuenta son las ganas de vivir y seguir adelante, y sobre todo, gozar la vida, hay un viejo dicho que dice: La vida es dulce o amarga; es corta o larga. ¿Qué importa? El que la goza la halla corta, y el que la sufre la halla larga. Les digo, la elección de disfrutar las cosas está en nosotros mismos no en los demás, tenemos la fabulosa potestad de decidir ser felices o vivir frustrados, así de simple.

No hay mal que dure cien años, y si uno pasa a ser soltero, y quiere recuperarse, felizmente siempre habrán amigos como mis compañeros piratas RACUMIN, COLMILLO, REPRODUCTOR, HE MAN VIEJO, KISS KISS, CHOLO también conocido como Autogol (lo hicieron sin querer)” entre otros, notables y muy solteros personajes que son más peligrosos que balacera en ascensor. Debo indicar que está en borrador un artículo dedicado a ellos, redactado por mi querido amigo Colmillo, también conocido como el popular “perro fino” (se escapa a la calle y se pierde).

Durante casi un año, mientras el blog estaba abandonado, yo estaba perdido en las garras de Cupido, mucha gente me decía que no matara el blog, que siendo sinceros lo pensé más de una vez ya que el amor (supuestamente) por fin había llegado, las cosas mejoraban, mi vida sentimental tenía una muy inusual estabilidad y tranquilidad lo cual es muy bueno y, creo yo, algo que todos buscamos o esperamos.

Tiempos de tranquilidad, alegrías una que otra tristeza por ahí, peleas discusiones y sobretodo lo más fabuloso de toda relación: amistarse efusivamente en interminable y febril intimidad ¡cosa maravillosa! en definitiva si he de describir mi vida desde agosto del año pasado hasta junio y parte de julio simplemente diría “Grande Cupido”, obviamente después del tremendo sopetón que me mandaste sólo puedo decir ¡Púdrete Gordito!

Una vez que terminas una relación siempre queda la “resaca” del amor, como por ejemplo, algo que personalmente me molesta y encabrona mucho cuando mucha gente te pregunta por tu “ex”, de hecho les ha pasado, uno llega a una reunión se encuentra con viejos amigos, tú estás de muy buenos ánimos dispuesto a juerguear toda la noche cuando de pronto nunca falta el “atinado/a” que te pregunta por la o el “innombrable” y listo te jodieron la noche completa, existen personas que lo hacen con cizaña y ganas de fregar, pero normalmente lo hace por falta de conocimiento, muy sabio es el dicho que “la ignorancia es atrevida”.

Llegué a Lima en mayo, dispuesto, contra todo pronóstico, a tomar mi relación mucho más en serio de lo que ya era, pero como son las cosas de la vida, exactamente a la semana de estar en mi nueva ciudad (donde vive mi “ex”) terminamos, la situación era obvia, los sentimientos no eran los de antes, ella quizás como cualquier persona estaba confundida, yo a su vez, estaba muchísimo más enamorado que antes, cosas que pasan, pero el dolor del rompimiento no fue tan duro como pensé y creo que he aprendido que en los sentimientos no existen culpables, hablo de sucesos normales sin encuentros cercanos del tercer tipo o tipa. Si hemos de acusar a alguien, lo mejor es hacer un “mea culpa” ya que el amor nos hace aferrarnos a tontos imposibles y casi nunca te das cuenta a tiempo de que las cosas no van para más, quizás por miedo a no estar solos, o temor a seguir adelante sin aquella persona con la que “no podemos vivir”, ¡no me jodan! Llegamos a éste mundo solitos y solamente con nuestra familia y durante muchos años no teníamos ni la menor idea de la existencia de ese alguien que nos tiene total y completamente idiotizados.

Tratamos de comprender y damos millón de vueltas en la cabeza del porqué de las cosas incluso buscamos información al respecto entre consejos de amigos, de extraños, libros y la internet, pero todo es un “sancochado” terrible, y casi siempre terminamos mucho más confundidos y es ahí cuando decidimos, por un corto o muy largo tiempo, que el amor definitivamente apesta. Una vez mi primo hermano y mejor amigo de la infancia Michael, me dijo sabiamente que es mejor escapar de todo, no digo huir y no enfrentar tus problemas (eso es lo más fácil de la vida), sino cortar la rutina, cambiar tu vida y definitivamente darle más fuerte, porque nada te puede parar (como dice una canción de su banda).

Les puedo decir que desde que termine mi última relación, después de estar un tiempo como normalmente nos deja Cupido, es decir, completamente jodido, empecé a salir de nuevo, retomar contacto con mis amigos, algunos de los memorables sujetos nombrados líneas arriba y pues, seguir adelante, la vida no se acaba y como dice una canción, a veces gana el que pierde una mujer.

En este punto agradezco el haber cambiado de ciudad, de vida, el estar cerca nuevamente a mi hermano (quien también terminó por un pequeño espacio de tiempo con la que es ahora su esposa, y futura madre de mi sobrina) y Billy, a quien podría considerar un hermano adoptivo, sin quienes definitivamente las cosas hubieran sido muy complicadas.

Durante pocas semanas vivimos los tres juntos (pero no revueltos) hasta que mi hermano dio el gran paso y valiente decisión de casarse, y me quede con Billy solamente, quien era un gran compañero de juergas y salidas pero mucho más tranquilo que otros amigos, estando solteros y sin avistamiento alguno de conseguir novia, las noches de juerga prometían y mucho, hasta que lo inevitable pasó.

No sé si es vergüenza ajena o una muy sana envidia, pero a veces uno extraña estar ilusionado, pensar en las musarañas todo el día, tener cara de baboso con una sonrisa perdida en el infinito y con la imagen de una mujer puesta en tus ojos (¡no me jodan! Eso es de tarados, recuerden que en ese punto de mi vida estaba convencido que el amor definitivamente apesta).

Aunque no queramos tener alguien en nuestra vida, siempre vemos futuras opciones para novias, posibles aventuras y deseos ocultos además de bajas intenciones con más de una mujer, (maravillas del facebook) y es que es normal tener deseos pecaminosos hasta con tus propias amigas, las hormonas son muy traicioneras, y si estas soltero, con mayor razón.

Billy, al ser un fanático del facebook, y envidiable conquistador del chat (el teclado aguanta todo y si lo sabes usar con inteligencia, pues te dará los frutos deseados, créanlo) me comentó acerca de una chica con la que paraba conversando más de lo normal, una noche salgo a prepararme un café a la 1 de la madrugada, hora que en esta casa se duerme de lunes a viernes, y veo a mi amigo pegado a su computadora, orgulloso me dije, no lo voy a molestar pues debe estar trabajando, ¡así se hace patria, sigue para adelante!, pero no, Billy estaba pegado al chat conversando con esta misteriosa mujer. Pienso que una de las claves de llevarte bien con alguien es poder conversar absolutamente de todo y cuando eso sucede las horas simplemente vuelan, cuando uno está contento el tiempo no se detiene, caso contrario a lo que sucede cuando la pasamos mal.

En una de las tantas noches de solteros en búsqueda de la felicidad sazonada con bastante whisky, pisco y demás, Billy desapareció de la manada para dar encuentro con la misteriosa musa, como es normal cuando sales a una discoteca, si uno de tus amigos desaparece, muy a diferencia de las mujeres, los hombres asumimos que nuestro compañero ha caído en las garras de alguna bella mujer, y será de nuestro completo aplauso su capacidad, actitud y experiencia de conquista. Y es que los hombres no nos hacemos problemas, si un amigo tuyo te abandona en acción y combate cuerpo a cuerpo, es un orgullo y proeza digna de toda admiración, caso contrario en muchas mujeres que si una abandona el rebaño pues inmediatamente es considerada la peor amiga del planeta (¿me equivoco?).

No pasaron ni 15 minutos y regresa Billy conmocionado y bastante aturdido, al verlo le serví un trago triple como consuelo, ya que de seguro había tenido una amarga experiencia en su primer encuentro oficial con “Madame X” (la misteriosa mujer). Como es de amigos, tenemos el deber de darle toda la calma y trago del mundo y hacerle ver, que, gracias a Dios en este planeta hay mucho más mujeres que hombres. Sin embargo, su aturdimiento y estado de alteración absoluta no era por un rechazo o desencantamiento, ¡todo lo contrario! Lo habíamos perdido, se acerco únicamente a tomarse un trago, respirar y decirnos que no podía creer lo bella y encantadora que resultó ser “Madame X”.

Recuerdo mucho aquella noche donde Bily me presento a la que es ahora su enamorada, la cara de felicidad de ver a alguien ilusionado es total y completamente envidiable, y mejor aún si es por partida doble, ya que a leguas se veía que ella también tenía ese brillo inconfundible del bichito de la ilusión, o dicho con propiedad, del impredecible resultado de un angelical flechazo.

Admito que fui pre juicioso al respecto ya que una discoteca no es el lugar más indicado para conocer alguien con quien quieras tener algo en serio, es probable sí, pero casi siempre uno sale a discotequear para divertirse, y como su propia palabra lo indica, uno busca “diversión”, si me dejo entender. Al pasar de las semanas con mucho gusto me di cuenta que mis prejuicios no eran más que estupideces mías, propias de alguien que en ese entonces desconfiaba hasta de su propia sombra, si de asuntos sentimentales se trata.

La verdad es que perdemos mucho tiempo preocupándonos en no estar solos, o en tratar de recuperar una relación que no tiene ni pies ni cabeza, lo que no entendemos es que después de algunos meses nos sentimos muy tarados de haber perdido tanto tiempo dando vueltas sin sentido en el mismo asunto dale que dale como disco rayado dejando pasar muchas oportunidades de encontrar el camino a ser felices, pero bueno es parte de vivir y siempre tenemos que aprender, ya que no hay mejor lección de vida que superar episodios amargos.

Hace dos sábados tuve una conversación con mi hermano del alma “Chinito”, hablábamos de las relaciones pasadas, presentes y futuras, entre pisco y pisco, chela y chela, congeniamos en que cuando empiezas a conocer, a entenderte con alguien, no importa tu mundo, tu entorno, mucho menos el de ella, solamente interesa el camino que ambos quieran forjar, el mundo que construyan para hacer del amor un éxito, citando como ejemplo justamente uno de los ejemplo a Billy con “Madame X”. Sea o no para siempre, lo importante es el momento que se vive, lo demás es lo de menos.

Antes de salir pensé que iba a ser una muy aburrida noche, llena de monotonía, diversión repetida y vacío en abundancia, sin embargo fue todo lo contrario, siempre rodeado de grandes amigos como Billy, Benito, Chinito y mi compadre “Kiss Kiss”, y bueno, con notadas ausencias, pero fue una de las noches que realmente la pasé de fábula, en gran parte por la genial bailada, conversada y algunas copas con la encantadora “rubia platino”, mi prima adorada y su grupo de amigas.

Retomando el tema, cuando Billy empezó a salir con “Madame X”, como es normal tuve el temor de perder a un compañero de cofradía, podría decir que sentí vergüenza ajena ya que pensaba (ahora no tanto) que para embarcarse en una relación seria en estos tiempos, habría que estar zafado del cerebro, más aún si se trata de un hermano del alma, sin embargo poco a poco me voy dando cuenta que no es vergüenza ajena, sino, una muy sana envidia.