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Mamá

No quiero hablar de Cupido, mucho menos de amor o relaciones, muchos quizás no lo sepan, y bueno, tampoco son adivinos, pero después de mi último artículo hace casi medio año (increíble cómo pasa el tiempo) pasé por una etapa muy triste en cuanto a mi vida familiar, por eso mi ausencia escribiendo en el blog.

A fines del mes de Diciembre, Mamá murió, tan de golpe, tan inesperada su muerte, que aún nos es difícil recuperarnos de su partida, después de mes y medio de idas y venidas a mi ciudad natal, Arequipa, para verla como poco a poco se iba desvaneciendo de este mundo para pasar, como ella siempre decía, a mejor vida.

A veces la vida es muy irónica, y gente que jamás imaginaste que podría estar contigo lo hizo, imposible olvidar a una buena amiga, que en ese entonces casi ni conocía, Kary, la típica chica que uno la ve y piensa que es una modelito que no le importa más que las cosas superficiales, sin embargo el 28 de diciembre, recibo una llamada suya muy temprano, yo extrañado contesto y pregunto qué sucedía, y para sorpresa mía, me dice que acaba de salir del banco de sangre y no pudo hacer la donación para mi Mamá por un tema burocrático, yo no salía de la sorpresa, gestos como el de ella y el de mucha gente que si pudieron donar son los que se agradecen para toda la vida.

Nada es más agotador que sufrir por alguien estando lejos, casi todos los fines de semana, salía de trabajar para ir directamente al aeropuerto, tomar un vuelo, llegar a Arequipa y pasar el fin de semana completo en el hospital, no existe lugar más lúgubre, y vacío que ese.

La última noche buena, 24 de diciembre, un inefable doctor, cuando después de insistir mucho para saber el real estado de mamá, logré que me dijera algo al respecto, y lo que dijo fue: señor, entiéndalo, a la señora (mi mamá) no le quedan más de 10 días de vida. Las lágrimas me salían por inercia y el tipo ni se inmutaba, solamente le dije algo que por respeto a ustedes no puedo repetirlo, vaya regalo de navidad.

Ese mismo día yo estaba con mamá riendo y hablando acerca de la página de Matemos a Cupido, con mi laptop en la mesa frente a ella (siempre fue mi más fiel seguidora), es entonces que sufrió el infarto cerebral, yo la tenía en mis brazos, lo complicado fue que, no habían enfermeras ya que estaban en otro piso festejando, mientras yo gritaba desaforado por un médico, creo que han sido los 2 minutos más largos de toda mi vida.

El Jueves, 29 de Diciembre, llegué a trabajar muy temprano, estaba en la oficina cuando me llamó la enfermera particular que contratamos, a decirme que Mamá estaba delicada y el médico llamaba a los familiares, llamé de inmediato a mi hermano que estaba en Arequipa y ya estaba camino al hospital, no dude en comprar un pasaje al instante para el mismo día, sin saber lo que sucedería en poquísimas horas. Hablé con Verónica mucho rato porque sentía que algo malo pasaría, y efectivamente así fue, ella, mi mejor consuelo sentía una impotencia enorme de no poder estar acá conmigo, pero desde Quito, fue la mejor compañía que pude tener.

Cerca de la 11 de la mañana recibí la llamada de Carlos (mi hermano mayor) a darme la peor noticia que un hermano puede dar a otro, sólo lo escuche sollozante decir que Mamá ya estaba con Dios, no sabía qué hacer, mucho menos donde ir, no paraba de llorar, de inmediato lo único que tenía en mente era llamar a Verónica, lloramos muchísimo, ella no tuvo la dicha de conocerla, pero sentí su pesar como si así lo fuera, Gracias por acompañarme en mis peores momentos y gracias también a todos mis grandes amigos que estuvieron de una u otra forma.

Con las mismas salí de la oficina sin rumbo, llegué a casa de mi tía Isabel (hermana de Mamá), fue desgarrador ver su dolor, ella la cuido mucho, estuvo más de un mes con ella en el hospital, pasando cosas que yo no hubiera tenido fuerzas para soportar.

Mi amigo del alma César Miani, me dio el encuentro para acompañarme en donde estuviera, mi vuelo salía recién a las 7 de la noche, me sentía perdido, desubicado, decidí que si iba a ver a Mamá así ella no me viera, pues tendría que estar pulcro e impecable, tal cual ella nos enseño desde muy pequeños, fui a una peluquería, era como si el tiempo no pasará los minutos eran eternos, le dije a César que cogiera mi teléfono y contestara a todas las llamadas, porque sinceramente en ese momento lo que menos deseaba era escuchar los pésames.

Más tarde ya en casa, llegó Rafael, hermano de mi cuñada y buen amigo para llevarme al aeropuerto, donde empezó de nuevo la angustia. En el mismo vuelo viajaba mi tío José (hermano de Mamá), mi tía Amelia (hermana de Papá) y su esposo, además que en otra línea aérea viajaban amigos de mi mamá que todos muy cariñosos me acompañaban en todo momento. Al subir al avión apenas nos acomodamos, pues informan que había mal tiempo en Arequipa, y nos bajaron nuevamente a sala de embarque, una espera interminable, nuevamente nos subieron al avión y al poco rato nos volvieron a bajar, y peor aún empezaron a cancelar todos los vuelos a Arequipa por mal tiempo, mi vuelo aún estaba demorado, más no cancelado, cuando de pronto anuncian la cancelación, no sabía qué hacer, le decía a la hostess que debía de llegar sí o si, sin embargo al parecer no había nada que hiciera que llegara.

Hable con Carlos, también con Papá, quien me dijo que no enterraría a Mamá hasta que yo llegara, que era su promesa, eso me daba algo de tranquilidad, la palabra de mi Padre es lo más sagrado que tiene, pero la angustia y ansiedad por llegar eran inmensas. Ya Carlos había hablado con amigos acá para que me recogieran del aeropuerto y en su carro llevarme a Arequipa sea como sea.
Como por acto divino cerca de las 10 de la noche después de 4 horas de angustia, subimos al avión por tercera vez y gracias al cielo pudimos despegar.

De lo que sigue no voy a escribir, porque, a pesar de tenerlo en mi mente muy marcado, es doloroso, y sobre todo muy personal, espero lo sepan entender.

Escribir este artículo, siendo día de la Madre, pues, no puede hacerse sin lágrimas en los ojos, pero al igual que todo lo malo de esta vida, los momentos duros pasaran, tiempo al tiempo, no existe otra.

Mamá con su nieta: Ana Paula
María Elena, o Malena como todos le decían, nació en 1943, hija de un gran hombre y ni que decir de su madre, una familia ejemplar. Mi abuelo de raíces pobres y mi abuela por el contrario venía de la más alta alcurnia.


Mis primeros recuerdos familiares son, cada sábado en casa de mis abuelos donde nos reuníamos en familia a almorzar religiosamente a las 12 del día, ya que los domingos, todos los domingos, con mi papá pasábamos a recoger a mi abuelo para irnos al hipódromo, pasión que él compartía con nosotros para alegría y amargura de mi abuela y en definitiva de mi madre también.

Y hago un paréntesis para hablar de la hípica, afición que hasta ahora vivo intensamente con mi padre y mi hermano, que a su vez tiene tantas anécdotas que contarlas una por una sería interminable, para eso existen las amenas reuniones entre hípicos.

Hace muchos años, cuando mis padres aún no estaban casados, él trabajaba en una importante empresa productora de leche, ingeniero de planta, pues viajaba mucho, por otro lado mi madre, trabajaba en Arequipa, existían los remates de caballos, como los hay siempre, y mi papá pues le encargó a su novia, que asistiera al remate de caballos (vaya encargo, que coraje de papá), y le indicó que cuando saliera a la venta el potrillo que él había escogido, pues simplemente levante la mano, en definitiva confiando que el precio sería razonable y dentro de lo presupuestado, pues cuando llegó el potrillo, mi mamá (muy neófita, pero a su vez emocionada como toda mujer al comprar) sólo atinó a levantar la mano cada cierto tiempo, lo que no calculó fue que mucha gente pujaba por el mencionado potrillo, y ella sin darse cuenta compro el potro en unas 5 o 6 veces lo presupuestado por mi papá!!!, como en ese entonces no existían celulares, mucho menos internet, ni cómo comunicarse para avisarle que la compra se estaba saliendo de lo normal.

Al regresar mi padre de su viaje, pues lo primero que hizo fue emocionado a ver su adquisición y firmar los papeles correspondientes, menuda sorpresa que se llevó al ver el precio que debía de pagar por el potrillo y pues como todo hombre enamorado, no le quedó otra más que morderse la lengua y refunfuñar por dentro (lo conozco, así diga él diga hasta ahora que no renegó al respecto). Para alegría de ambos, el caballo fue uno de lo más queridos por mi familia, y un crack de la época (crack = campeón).

Al poco tiempo, mi papá acepto un cargo en un pequeño valle a varias horas de Arequipa, por la responsabilidad que implicaba pues debía de vivir ahí y dada la falta de comunicación de la época, decidió terminar con Mamá, ya que en ese entonces ella trabajaba y con lo bien que le iba difícilmente dejaría todo por él. Cuenta mi Padre, que Mamá toco su puerta al día siguiente de que le diera la noticia que debían de terminar y pues le enseño su carta de renuncia, que así nomás no lo perdería, ante tal situación, con mucho asombro y definitivamente con una gran sonrisa, es que le propuso matrimonio, casi en el acto.

Ella dejó todo por el amor de su vida, y fue a vivir a ese valle, tan alejado de la civilización, y puedo decir que Mamá ha sido el fiel reflejo de la mejor esposa, una gran mujer al costado de un gran hombre, y hasta sus últimos días estuvo con él en buenas y malas (y peores también), en salud y ni que decir en enfermedad y sobretodo en riqueza y pobreza.

Las cosas que más recuerdo de ella, son sus dichos y frases, muchas de las cuales las he publicado en el blog y la página de facebook, su calma para ver la vida de una mejor forma, siempre con una sonrisa ayudando a cuanta gente lo necesitase.

De mi madre solamente se pueden decir cosas buenas, y quienes la conocieron lo pueden corroborar, una mujer excepcional, una esposa sin igual y una Madre ni que decir, ella siempre dió todo por su familia, decía que era lo más importante en esta vida y quienes siempre estarán incondicionalmente, pase lo que pase.

Era Católica con una Fe impresionante, ayudaba mucho a los pobres sin hacerlo notar, en su Restaurante, ubicado en majes (un pueblo a dos horas de Arequipa) ella al mediodía salía a la puerta y a todos los niños que pasaban por ahí los hacía formar una fila y les invitaba un vaso de jugo, ya que el calor en la zona es insoportable, daba clases y juntaba donaciones a una escuela de discapacitados, ayudaba a la policía (más de una vez yo pasaba manejando y me paraban, de inmediato decían entre ellos: es el hijo de la señora Malena, y listo asunto arreglado), todos los años formaba un coro de niños para diferentes eventos, e innumerables cosas más.

Al pasar el tiempo es cuando más falta nos hacen las personas que amamos, no hay un solo día que no piense en Mamá, la extrañaré por siempre y nunca entenderé porque se fue mucho antes de tiempo.

Mami: me haces tanta falta que publicar esto a tanta gente es lo menos que puedo hacer por ti, gracias por darnos tu vida entera, por enseñarnos a ver las cosas a tu manera, a pesar que aún nos cueste hacerlo, por enseñarnos a madurar a pesar que me falta mucho. Gracias por traerme a este mundo, por todas las noches sin dormir que estuviste a mi lado, perdóname todas las noches que te quite el sueño esperando que llegue a casa, por todos los malos ratos que inconscientemente te hice pasar, por las veces que no entendía tu punto de vista, y que con los años ahora te entiendo. Gracias por apoyarme en esta aventura de Matemos a Cupido y gracias por haber sido mi fan número uno, siempre lo serás.

Sólo hay algo que faltó enseñarnos: cómo extrañarte y superar tu ausencia.

Ser madre es la cosa más increíble que puede existir, tener la dicha de procrear una vida, no existen palabras que pueda decir en cuanto a eso, solamente les doy mi admiración y profundo respeto, y en este día les deseo absolutamente todo lo mejor, más aún a Verónica quién es orgullosa madre de dos hijos, saludo a las madres que perdieron un hijo, mis oraciones para que puedan superar en esta vida todo el inmenso dolor que llevan.

Muy Feliz Día de la Madre!!

27 DE NOVIEMBRE

Es increíble, revisando la página y sus artículos, aquellos que hicieron que mi pequeño blog tuviera una fama que traspasó toda frontera imaginable, me doy cuenta que ha pasado casi un año desde el último artículo escrito y publicado por mí.

Hice un giro en cuanto al sentido de la página y me enfoque hacía las publicaciones espontáneas, diarias, de hasta dos, tres, o más veces por día a través del facebook, donde ya existen más de UN MILLON de seguidores (un sueño cumplido).

El blog como pueden ver en la parte izquierda de la página, tiene ya un poco más de tres años, todo empezó con un mail, de esos que, embrutecidos, cegados y otros adjetivos más que nos provoca alguna frustración amorosa sazonada con unas copas de más, algo que puedo asegurar la mayoría ha hecho. Y no me vengan a decir que nadie de ustedes nunca ha hecho cosas por culpa de algún arrebato, luego, lo único que deseas es ser tragado por la tierra hasta lo más profundo y no salir nunca.

Siguiendo con la sucesión de hecho del blog, eran entonces los tiempos de la Srta. V, o en ese entonces bautizada como la “chica sueldo” sobrenombre tildado por nuestra querida editora (resolver el porqué del sobrenombre, es muy simple, pueden revisar los primeros artículos).

Con cada publicación “Matemos a Cupido" empezó a crear mucha expectativa, ya que publicaba religiosamente cada semana, ya sea viernes o lunes, todas las historias empezaron a crear una secuencia de sucesos que definitivamente causaban intriga y ganas de seguir leyendo. Les confieso que no he vuelto a leer todos los artículos, sino haría tantas correcciones que sería eterno acabar. En algún momento tengo que revisar todo, y será cuando publique el libro “Matemos a Cupido” o con otro nombre de similar envergadura, espero lo compren.

Es muy difícil poder hacer una clara diferencia entre una ilusión y un verdadero amor, diría que cuando estamos presos de la desesperación por el febril sentimiento, nos cuesta admitir si fue una ilusión o un verdadero amor. El tiempo es quien nos dirá si lo fue o no, y no hablo del futuro, hablo del presente, cuando vas descubriendo al pasar de los días y semanas, de lo que está sucediendo, la ilusión muere con una rapidez casi inmediata (no creo que dure ni un mes), mientras que el verdadero amor siempre será eterno, podremos superarlo, pero olvidarlo jamás, cuando alguien roba tu amor, se lleva una gran parte de tu corazón y tenemos que vivir con ello. Es por eso que dicen que el amor que no contiene dolor, pues en definitiva, no es amor.



No pasó mucho tiempo después de la vertiginosa situación con la Srta. V, cuando apareció la muy peculiar Srta. M. con quien hasta ahora guardo una muy linda amistad, muy a pesar de todo lo abrupto y corto que fue nuestro romance, con ella fue complicado darme cuenta que era solamente una ilusión o un capricho, sin embargo el tiempo presente y futuro a patadas me lo hizo entender, tan es así, que hasta el día de hoy somos excelentes amigos y hablamos con cierta frecuencia.

Hablar de amistad con el sexo opuesto, es un tema que trataremos líneas más abajo, sigamos, no me hagan perder el hilo del artículo que como nunca me siento inspirado a terminarlo ASAP.


Como les iba diciendo, “Matemos a Cupido” nació en el 2008, en ese entonces yo estaba viviendo en Arequipa, mi ciudad natal, y fue un período de tiempo donde viví dos claras ilusiones hasta que llegó lo peor. Así es, no pensé que volvería a enamorarme y cuando unos menos piensa pues llega. He tenido el gran amor de mi vida, un gran amor (aunque podría llamarse cariño) y luego este otro amor, sigamos la secuencia, estamos en el año 2009.

Mencioné públicamente que estaba en las garras de Cupido, y porque negarlo si así fue. A la culpable la llamaremos Srta. I. Contra todo pronóstico, regresé a vivir a Lima específicamente por ella, con toda la intención de convertirme en su esposo, con planes establecidos, tiempos y demás.

La conocía por más de 14 años, nos unía una linda amistad, y el destino nos unió, bueno, dejémonos de tonterías de destino y otras vainas, un día en la noche la encontré conectada y no dejamos de hablar hasta altas horas de la madrugada, lo cual se repitió sucesivamente, al poco tiempo ella llegó de visita a Arequipa y decidimos tener una relación, desde aquel entonces yo venía a Lima cada dos semanas religiosamente por casi un año, hasta que por lógica (y por economía) lo más razonable era venir a vivir acá, más aún si la relación ya estaba tomando rumbos inesperados, tenía planeado regresar pero no pensé hacerlo tan rápido.

Recuerdo que tomé la decisión en menos de una semana, cargue lo necesario y pues acá estoy dese ese entonces, finales de Mayo del 2010.

Vaya que amaba a esa mujer, sin embargo que tan cruel puede ser la vida con uno que a la semana de estar en Lima, decidí terminar con ella, a raíz de muchas cosas, incluyendo un “tiempo” pedido por ella semanas antes de mi mudanza.

Pero como los hombres somos necios, porfiados y a veces muy tontos y testarudos, pues nos seguimos viendo. Tres meses de agonía sin igual, no saben lo duro y difícil que es asumir para mucha gente que eres “amigo” de tu ex, mientras que a escondidas pasaba absolutamente de todo, como si se estuviera viviendo una interminable noche de bodas.

Cansado de tan malos momentos, y hastiado de la falta de amor propio, cegado por completo, y muchos etcéteras es que decidí cortar el mal de raíz, no se le puede llamar de otra manera.


Recuerdo que en ese entonces, ella me pidió ser amigos, seguir teniendo contacto de una u otra manera, basado en esta muy amarga experiencia llegue a la siguiente conclusión: es mejor y muy necesario cortar todo por un tiempo, por más dolor que te cause y que los días parezcan interminables, y te preguntes a cada instante ¿qué será de su vida? ¿Qué estará haciendo? ¿Sentirá siquiera la milésima parte del dolor que siento? ¿Estará bien? ¿Comerá a sus horas? ¿Dormirá lo suficiente? y muchas otras cosas más.



¿Por que detesto tanto el “tiempo”? La respuesta es muy simple. La Srta. I lo había solicitado, y siendo sinceros no ha sido la única mujer en mi vida que me lo ha pedido, me preocupa de sobre manera escribir esto, porque me doy cuenta que el problema podría ser yo, francamente prefiero no pensar en ello, porque añadirle más carbón a la tremenda hoguera que es mi mente en estos momentos no sería lo más adecuado.

Siempre lo he dicho, incluso en mis peores momentos, y también me han aconsejado, que para no sufrir por alguien es mejor alejarse, nunca considerar como prioridad a quien solamente te considera una simple opción. Podría haber casos muy complejos y distintos, pero soy un fiel creyente de que si algo es tuyo, así lo será y de una u otra forma algún avatar de la vida los volverá a unir. Caso contrario quedará sumido en los recuerdos y formará parte de nuestra experiencia de vida.

No concibo la idea de que, si alguien te quiere, y tú la quieres de igual forma, piensan que son perfectos uno para el otro, no puedan darse una oportunidad. Pero ese es otro tema y no viene al caso.

Entonces hice lo que todo ser humano herido de amor debe de hacer, superarlo, lamentablemente invertí las cosas, es decir, si en las matemáticas el orden de los factores no altera el producto, pues en el amor y desamor en definitiva SI, y déjenme explicarlo.

Normalmente, a mi simple parecer, cuando damos por terminado el contrato más sublime de todos, el amor. Lo normal para curar las heridas es hacer las cosas bien, reorganizar tu vida, empezar de cero, si lo traducimos a buen cristiano, te quedas en tu casa de lo más tranquilo o haces cosas que no afecten tu salud mental y mucho menos física, no es recomendable retomar un ritmo de vida de soltero desenfrenado, eso viene después y se goza mejor.

Yo como siempre hice las cosas al revés, muy a mi estilo y mi toque personal, que puedo hacer, me gusta ser original, entonces decidí vivir una vida desenfrenada, de ser posible crear un día más en la semana para festejarlo lo hubiera hecho, no había fin de semana que no llegara a casa con la luz del sol, y no, no me arrepiento en absoluto, lo único que me jode es no haberlo hecho estando completamente liberado del fantasma de la Srta. I. es por eso la importancia del orden de las cosas.

Tome muchísimos tragos en su nombre, sin embargo no se ganó el lujo de beber a solas por ella, lujo que tienen en este planeta únicamente dos mujeres. Si no cierras tu libro, resuelves el contrato con tu yo interior, pues las memorias y pensamientos serán muy traicioneros y tu vida seguirá sin rumbo y sin sentido alguno.

¿Y por qué considero al amor como un contrato? La respuesta también es sencilla, y muy lógica, salvo raras excepciones legales, todo contrato es un acuerdo de voluntades entre dos partes y viéndolo de la manera sentimental, su objetivo principal siempre será crear un vínculo para llegar a un solo fin, estar juntos. Bueno, luego ya vienen los contratos prematrimoniales, separación de bienes, separación de viernes (dedicados para juntarse con tus amigotes) y muchas cosas engorrosas más que son el fruto de este primer contrato entre dos seres humanos de diferente sexo, bueno en estos tiempos ya no tanto.

Al cabo de unos meses, cansado ya de tanta mierda y vacío a más no poder, decidí ordenar las cosas y hacer todo como se debe, quizás aún estoy en eso, les puedo asegurar que ordenar algo que echaste a perder en poco tiempo es tan contraproducente que podría tomar muchos años recuperarlo. Gracias a Dios, y a las buenas costumbres inculcadas en mi casa, no llegue a extremos denigrantes, llámese las drogas o algo más.

Tomó su tiempo, pero se pudo, ayudó mucho el hecho que la Srta. I. no actuó de muy sano proceder, en este caso probada y comprobadamente y contra todo pronóstico el malo no fui yo, al punto que tiempo después recibí llamadas, mensajes, correos de ella pidiendo retomar el “contrato”, sin embargo ya era muy tarde, nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde, dice un viejo dicho, y que cierto que es. Además gallina que come huevo, ni aunque le cortes el pico y nada me aseguraba que había cambiado. He dicho que las personas no cambian, pero estoy en un error, puede suceder, pero en este caso, ella no hizo nada trascendental que lo demuestre.

Para saber quién es la persona correcta para tu vida, debes estar seguro que tanto tú como ella son capaces de hacer algo tan grande uno por el otro, tan trascendental que tu corazón te dirá: SI, ella es.

He sabido poquísimo de la Srta. I. desde entonces, sé que está en una nueva relación y valgan verdades poco o nada me importa, no podría ser su amigo, por todo lo que pasó. Acá es que toco el tema de amistad entre un hombre y una mujer.

No puede haber amistad mientras existan sentimientos, y estas son mis razones: cuando eres amigo de alguien a quien ves como algo más, cada día que pasa tu corazón se alimenta de grandes esperanzas, pero, ¿Qué sucedería si un buen día te dice que encontró al hombre de su vida y no eres tú? Exacto, una caída en picada a un vacío que, siendo demasiado extremista podría incluso, llegar al suicidio, basta con leer las noticias, y siendo optimista y realista, pues pasarás tan malos momentos, que confundirás el odio con amor, harás un espagueti de ideas en la cabeza, y quizás el cariño que quedaba en ella hacía a ti, desaparecerá por completo y crearás anticuerpos de tu persona, nada recomendables.

Si avanzas en el estado pre-contractual, dar un paso atrás puede ser un arma de doble filo y no es recomendable, lo único cierto y muy real, es dejar que todas las cosas fluyan y hacer todo, absolutamente todo, paso por paso, puedes tener una visión a futuro incluso exponerla a la otra parte, pero siempre dejando claro que todo es una reacción en cadena que si falla un peldaño, podría suceder una catástrofe, o aplicado al caso, perder algo tan valioso que podrías arrepentirte por muchos años.

Bueno, el asunto es que pasó el tiempo y me sucedió algo tan inesperado e inverosímil, tan lindo, tan real y a su vez irreal que algún día lo escribiré, ¿relacionado al amor? En definitiva sí. ¿Caí en las garras de Cupido? no lo sé, ¿me volví a enamorar? Si. ¿Seguiré siendo soltero? También, aunque no lo puedo decir a ciencia cierta. Hoy domingo 27 de noviembre de 2011 han sucedido muchísimas cosas, desde las 00:00 horas, hasta este momento en que sentado a la mesa del comedor decidí volver a publicar en mi querido blog.

Soy Luis DC, muchas gracias por dejarme entrar en su vida, sean bienvenidos nuevamente y esta historia, tiene que continuar.

Ladies Night X (La Editora Escribe)

I LOVE THE WAY YOU LIE..... (Por. La Editora)

Siempre nos dijeron “la mentira tiene patas cortas”, y la mentira en boca de mujer puede que tenga patas un poco más largas pero al final casi siempre la verdad sale a flote; cosa que no sucede cuando “ellos” mienten. No sé si atribuir su falta de habilidad para mantener una mentira o simplemente, al no ser “detallistas”, no recuerdan qué dijeron, cómo lo dijeron y a quienes metieron en el cuento, pero bueno, al menos lo intentan.


Lo peor de todo es que siempre son descubiertos y el final no es para nada “y vivieron felices comiendo perdices”, aún así, a sabiendas que somos más inteligentes, intuitivas y con un sexto, séptimo y octavo sentido mucho más desarrollado que cualquier ser viviente en este planeta y en el universo entero, insisten en ¡MENTIRNOS!

Aquí les relato una historia vivida por una amiga “con olfato fino” a la cual quiero como a una hermana.

Viernes 27 de agosto: Salimos a un bar en Barranco, estábamos con sus amigotes de siempre, sentados en una mesa esperando que empiece la función. Aquella noche cantaba, nada más y nada menos que la ex de mi actual enamorado, opté por tragarme la cólera de ir a ver a una ex y preferí dar cara de enamorada buena, inteligente, madura y súper segura que ahora “yo” era su presente perfecto y pluscuamperfecto y, ella solo era parte de su pasado. Transcurrieron los minutos y tan pronto salió la chica al escenario, él dejó de agarrarme la mano, la miraba y cuando se daba cuenta que yo también veía “cómo” la miraba, él se se hacía el loco y volteaba a ver hacia el horizonte. Hasta allí no pasaba casi nada…

Cabe precisar que, antes de llegar al bar, habíamos quedado en solo ir por un ratito y luego irnos a celebrar nuestro cumple mes, la cosa es que ese “ratito” pasó a ser horas, horas interminables, agotadoras, pesadas, condenadas y cada vez más largas. Empecé a transformar mi cara de ángel dulce, ya no me salía la risa natural sino la risa que decía “qué parte no entendiste que ya no me gusta estar aquí”, traté en vano de hacerle saber que ya me quería ir, pero el señor no se movía y es más, me esquivaba y se hacía el huevón. En algún momento de “ya no aguanto más” le di un pequeño pellizco en su pancita tan redonda y mundial que tiene y le dije: o nos vamos o nos vamos mi amor…. Entonces él se levanto, se despidió de todos y nos fuimos. Apenas pusimos un pie fuera del bar, él empezó a increparme y decirme que cómo era posible que le haya hecho eso, que era una inmadura y egoísta, etc, etc.. A lo que yo contesté: pero si habíamos quedado en que solo estaríamos una hora como máximo y nos quitábamos, además yo no la estaba pasando tan bien que digamos y de eso te diste perfectamente cuenta; sin embargo, tu egoísmo solo quería hacer lo que a TI te hacía sentir bien, sin importarte la persona que estaba a tu lado, cumpliendo un mes más de enamorados y tragándome ver y escuchar los gritos que daba tu ex en el fuckin micrófono, porque quieras admitirlo o no, la tipa como cantante es buena cocinera!!!

Rara vez peleábamos, en realidad esta fue la única vez que medio peleamos, luego me dejó en mi casa, o sea, no hubo nada de festejo por nuestro aniversario, solo un mal recuerdo de una añorada noche de pasión y felicidad. Pasó un día y conversamos de lo más civilizado, yo también me disculpé y todo siguió con normalidad. A mitad de semana, al salir de mi trabajo él pasa a recogerme, de pronto durante todo el camino solo habló conmigo 15 palabras y 100 monosílabos. Le pregunté si pasaba algo, me dijo NO, luego le volví a preguntar ¿seguro que no pasa nada? Estas raro, el volvió a negarlo. Llegando a mi casa solo se despidió con un beso y me dijo que estaba muy agotado y que nos veríamos el fin de semana.

Le recordé que teníamos un cumpleaños de una amiga en común el sábado, a lo que él me contestó: de todas maneras vamos, yo paso a recogerte como a las 11 de la noche. Al toque yo le pregunté ¿y el viernes nos vamos a ver?, él me dijo, claro por qué no. Llegó el viernes, me canceló a media noche diciéndome que había tenido un evento de trabajo, yo le dije, ven a la hora que termine tu evento pero quiero conversar contigo sí o sí, ya me las olía que algo pasaba pero no sabía qué era exactamente, por un momento pensé que había sido por mi comportamiento aquella noche en el bar de Barranco, y llegué a sentirme culpable por ello. Él nunca llegó después de su evento, sino hasta el sábado en la noche para ir al cumpleaños de esta amiga. Quedó en pasar por mí a las 11pm pero llegó más de 1:30am, al menos me llamó unos minutos antes para decirme que seguía en un evento de su trabajo y que mejor yo vaya adelantándome. Cuando llegó obvio mi cara era de pocos amigos pero, a la vez no podía dejar de pensar que todo esto era por mi culpa. Salimos a la calle a conversar y empecé a disculparme y tratar de arreglar las cosas, pero este tipo me salió con algo simplemente elaborado por Steven Spielberg, me dijo que siempre peleábamos, que yo era demasiado insegura, celosa, y bla bla bla… yo solo me detenía a pensar y hablar con mi otro YO: “pero si solo hemos peleado una vez dentro de nuestra relación de 9 meses!! Pero si él ha salido N veces a sus eventos y yo nunca le he armado una escena de celos, etc, etc.” Me dejó en shock porque en conclusión me dijo: así que yo no puedo estar con una chica así.

Pasó una semana de gastar kleenex, noches de insomnios, auto reproches y llamarlo una y otra vez sin recibir respuesta de su parte. Fue así que a sugerencia de una amiga la acompañe a una discoteca al cumpleaños de una chica, en verdad fui sin ánimos, seguía triste, dolida y bien confundida por lo acontecido con mí ahora EX enamorado. Todos se divertían de lo lindo, excepto yo que me sentía cual hongo sentada en uno de los sillones del local, o cual alverjita castigada (solita en una esquina). Pusieron una canción de reggae de la época de mi colegio y no pude resistirme, salí a bailar con mi amiga y con amigo en común del barrio con el que habíamos ido. Estábamos en pleno baile, por fin salí de mi burbuja y decidí alegrar un poco mi noche, pero definitivamente esa no era mi noche, terminando el baile y disponiéndome a regresar a mi esquinita, me topé con un hombre bastante alto, corpulento y con una barriguita algo ostentosa, al toque el mensaje a mi cerebro fue: yo conozco este mondongo….fue cuando levanté la mirada y Oh sorpresa!! Era mi reciente Ex enamorado agarrado de la mano de una rubia con su plata, medio entre anoréxica y tuberculosa.

Me quedé muda totalmente, y el muy descarado con cara de pocos amigos me dijo: ¿Qué pasa? ¿Cuál es el problema? Pero increpándome, como buscando la pelea. Yo no podía decir ni “A”, en serio me quedé fría, freezing, plasmada, off, como cuando juegas “encantada”…. A los segundos mi mirada le dijo todo, no fue necesario que mis cuerdas vocales trabajen, solo mi mirada y su conciencia hicieron que él se retire del lugar a los 5 minutos. Pasaron los días y semanas y qué creen, terminé recitando el dicho “el que no fue botado regresa sin ser llamado”… Pero esta vez me di el gusto de decirle: Te perdono lo que hiciste pero yo NO puedo estar con un chico así, que inventa situaciones que no existen y me atribuye una personalidad bipolar que no poseo y todo por no ser valiente en terminar una relación, prefiriendo mil veces en escudarse tras MENTIRAS…. Zape Zape… NEXTTTTT.




Era una noche fría de invierno, cuando recibí la tan esperada visita de mi cibernovio “El Franchute”. Lo fui a recoger al aeropuerto, tal y como acordamos.
Minutos antes de la media noche LAN anunciaba el arribo de su vuelo Nº cuchocientos mil procedente de Santa Marta, Colombia, cuando lo escuché por el autoparlante empecé a ponerme un poquito más nerviosa de lo que ya estaba. Al vernos nos reconocimos inmediatamente, ambos nos desconectamos del mundo exterior y nos sumergimos en nuestra burbuja dorada, fue una sensación bastante fuerte y casi indescriptible. Caminamos hacia mi auto y todo fluía súper híper bien, recibía elogios y palabras románticas cada minuto, gestos de delicadeza, todo esto hizo que me sintiera como su muñequita de cristal. Saliendo del aeropuerto nos fuimos a dejar su equipaje (mochilero) al hotel y luego nos fuimos a cenar y descorchar un buen vino de bienvenida.

Al tercer día de tanta felicidad salimos a cenar con una pareja de amigos, todo iba perfecto, buena comida, buen vino, risas por doquier y, al menos, se mantenía algún tema de conversación. Decidimos ir a la casa de uno de ellos a seguir conversando y probar algo de su Cava Premium. Pero, pocos minutos antes de abandonar el restaurant, “El Franchute” cambió su estado de ánimo cual saltamontes (de manera inesperada y veloz), de pronto se volvió callado y con cara de pocos amigos. Yo me preguntaba ¿Qué rayos pasó? ¿Acaso se puso así porque quiso llevarse la servilleta de tela del restaurant como recuerdo y yo no se lo permití? O ¿No le gustó el vino, la cena, mis amigos?... entonces le pregunte antes de ingresar al auto ¿Hay algún problema? A lo que él contestó: “Siií!! El problema es que te pusiste a hablar con tu amiga por unos minutos sobre la época en que fueron adolescentes, tema que yo desconocía totalmente y me sentí excluido, perdido y eso es una falta de educación y consideración, yo jamás te haría una cosa así con mis amistades.

Ahora solo quiero ir a mi hotel a descansar.” Traté de apaciguar las cosas, ya que fueron solo 5 minutos “exagerados” que tocamos aquel tema con mi amiga y lo hicimos como un paréntesis de la conversa principal, por último, el enamorado de mi amiga tampoco supo de qué hablábamos pero no hizo tanto escándalo ya que fue algo realmente efímero. Llegamos a su hotel y empezó otra vez con la misma danza, entonces opté por disculparme para no terminar en pelea, disculpas que le costó muchísimo aceptar, entonces pensé que de repente era un tema netamente cultural (traté de verle ese lado). Se tranquilizó un poco pero seguía molesto. A la mañana siguiente despertó de muy buen ánimo, me preparó el desayuno y era como si nada hubiese pasado la noche anterior (o debo decir 4 horas antes)… en fin, dejé que siga fluyendo.

Por la tarde salimos a pasear y noté que se fijaba en todo lo que pasaba a su alrededor y empezaba a quejarse hasta de la mosca que pasó por nuestro lado… “¿Por qué la gente tiene que pedir limosna? ¿Por qué los vendedores de la calle te insisten tanto para que le compres algo? ¿Por qué la gente es tan desconfiada? ¿Por qué se demora el mesero en atendernos? ¿Por qué sirven la copa de vino a más de la mitad? Etc, etc, etc… Pasé de un estado de levitación a un estado de stress constante, llegué al punto de pensar qué, cómo y cuándo hacer algo, en resumidas palabras, ya no era fluido y natural, sino más bien, súper planificado y paramentado. Pensé que salir de “Lima panza de burro” (por su cielo gris) iba a hacer que nos relajemos un poco, pero noooooooooo…. La cosa fue de peor en peor. Después de mucho tiempo alguien me viene a mover el piso “sentimentalmente hablando” pero a la vez me trajo recuerdos y fantasmas de mi pasado, expresados en inseguridad, intranquilidad, incomodidad y casi todo lo que terminase en “dad”……

El final fue algo fuerte también, porque ya habían pasado unas semanas y recién nos empezábamos a entender como “amigos” ya que lo otro definitivamente no resultó. Para serles sincera, yo no podía pasar de un escenario de pareja a un escenario de “solo amigos” de la noche a la mañana, todavía habían sentimientos de orden sentimental “a pesar de tooodo”, todavía sentía las ganas de abrazarlo, dormir junto a él, sentir sus latidos y su respiración tan igual él sentía los míos, agarrarnos de las manos al cruzar la calle, las expresiones de cariño y ternura; pero en cambio él dejó todo eso en un par de minutos, su actitud fue radical, eso… eso dolió!
Nos despedimos una tarde soleada en una ciudad lejana a la mía, nuestro último desayuno y almuerzo juntos fue muy lindo y hasta divertido diría yo, creo que los dos queríamos que nuestro final fuese realmente agradable como para recordarlo, con decirles que me “prestó” un DVD de una de sus películas favoritas, con el propósito de devolvérselo en nuestro próximo encuentro. También me obsequio su gorra viajera, esa que lo había acompañado en los últimos años de sus tantos viajes por Sudamérica, un cinturón hecho por él en sus tardes soleadas frente al mar caribeño, un USB con fotografías tomadas por él cada vez que se imaginaba estar conmigo en unos de los tantos lugares paradisiacos del Caribe y otras tantas fotos que nos tomamos en las semanas que compartimos.

Un beso y unas lágrimas en nuestros rostros sellaron mi partida, con la esperanza de volver a encontrarnos en algún lugar de este universo. Me sentí triste y con mucha nostalgia, como cuando terminas el cuento de hadas pero al final no apareció nunca el príncipe azul.