Mamá

No quiero hablar de Cupido, mucho menos de amor o relaciones, muchos quizás no lo sepan, y bueno, tampoco son adivinos, pero después de mi último artículo hace casi medio año (increíble cómo pasa el tiempo) pasé por una etapa muy triste en cuanto a mi vida familiar, por eso mi ausencia escribiendo en el blog.

A fines del mes de Diciembre, Mamá murió, tan de golpe, tan inesperada su muerte, que aún nos es difícil recuperarnos de su partida, después de mes y medio de idas y venidas a mi ciudad natal, Arequipa, para verla como poco a poco se iba desvaneciendo de este mundo para pasar, como ella siempre decía, a mejor vida.

A veces la vida es muy irónica, y gente que jamás imaginaste que podría estar contigo lo hizo, imposible olvidar a una buena amiga, que en ese entonces casi ni conocía, Kary, la típica chica que uno la ve y piensa que es una modelito que no le importa más que las cosas superficiales, sin embargo el 28 de diciembre, recibo una llamada suya muy temprano, yo extrañado contesto y pregunto qué sucedía, y para sorpresa mía, me dice que acaba de salir del banco de sangre y no pudo hacer la donación para mi Mamá por un tema burocrático, yo no salía de la sorpresa, gestos como el de ella y el de mucha gente que si pudieron donar son los que se agradecen para toda la vida.

Nada es más agotador que sufrir por alguien estando lejos, casi todos los fines de semana, salía de trabajar para ir directamente al aeropuerto, tomar un vuelo, llegar a Arequipa y pasar el fin de semana completo en el hospital, no existe lugar más lúgubre, y vacío que ese.

La última noche buena, 24 de diciembre, un inefable doctor, cuando después de insistir mucho para saber el real estado de mamá, logré que me dijera algo al respecto, y lo que dijo fue: señor, entiéndalo, a la señora (mi mamá) no le quedan más de 10 días de vida. Las lágrimas me salían por inercia y el tipo ni se inmutaba, solamente le dije algo que por respeto a ustedes no puedo repetirlo, vaya regalo de navidad.

Ese mismo día yo estaba con mamá riendo y hablando acerca de la página de Matemos a Cupido, con mi laptop en la mesa frente a ella (siempre fue mi más fiel seguidora), es entonces que sufrió el infarto cerebral, yo la tenía en mis brazos, lo complicado fue que, no habían enfermeras ya que estaban en otro piso festejando, mientras yo gritaba desaforado por un médico, creo que han sido los 2 minutos más largos de toda mi vida.

El Jueves, 29 de Diciembre, llegué a trabajar muy temprano, estaba en la oficina cuando me llamó la enfermera particular que contratamos, a decirme que Mamá estaba delicada y el médico llamaba a los familiares, llamé de inmediato a mi hermano que estaba en Arequipa y ya estaba camino al hospital, no dude en comprar un pasaje al instante para el mismo día, sin saber lo que sucedería en poquísimas horas. Hablé con Verónica mucho rato porque sentía que algo malo pasaría, y efectivamente así fue, ella, mi mejor consuelo sentía una impotencia enorme de no poder estar acá conmigo, pero desde Quito, fue la mejor compañía que pude tener.

Cerca de la 11 de la mañana recibí la llamada de Carlos (mi hermano mayor) a darme la peor noticia que un hermano puede dar a otro, sólo lo escuche sollozante decir que Mamá ya estaba con Dios, no sabía qué hacer, mucho menos donde ir, no paraba de llorar, de inmediato lo único que tenía en mente era llamar a Verónica, lloramos muchísimo, ella no tuvo la dicha de conocerla, pero sentí su pesar como si así lo fuera, Gracias por acompañarme en mis peores momentos y gracias también a todos mis grandes amigos que estuvieron de una u otra forma.

Con las mismas salí de la oficina sin rumbo, llegué a casa de mi tía Isabel (hermana de Mamá), fue desgarrador ver su dolor, ella la cuido mucho, estuvo más de un mes con ella en el hospital, pasando cosas que yo no hubiera tenido fuerzas para soportar.

Mi amigo del alma César Miani, me dio el encuentro para acompañarme en donde estuviera, mi vuelo salía recién a las 7 de la noche, me sentía perdido, desubicado, decidí que si iba a ver a Mamá así ella no me viera, pues tendría que estar pulcro e impecable, tal cual ella nos enseño desde muy pequeños, fui a una peluquería, era como si el tiempo no pasará los minutos eran eternos, le dije a César que cogiera mi teléfono y contestara a todas las llamadas, porque sinceramente en ese momento lo que menos deseaba era escuchar los pésames.

Más tarde ya en casa, llegó Rafael, hermano de mi cuñada y buen amigo para llevarme al aeropuerto, donde empezó de nuevo la angustia. En el mismo vuelo viajaba mi tío José (hermano de Mamá), mi tía Amelia (hermana de Papá) y su esposo, además que en otra línea aérea viajaban amigos de mi mamá que todos muy cariñosos me acompañaban en todo momento. Al subir al avión apenas nos acomodamos, pues informan que había mal tiempo en Arequipa, y nos bajaron nuevamente a sala de embarque, una espera interminable, nuevamente nos subieron al avión y al poco rato nos volvieron a bajar, y peor aún empezaron a cancelar todos los vuelos a Arequipa por mal tiempo, mi vuelo aún estaba demorado, más no cancelado, cuando de pronto anuncian la cancelación, no sabía qué hacer, le decía a la hostess que debía de llegar sí o si, sin embargo al parecer no había nada que hiciera que llegara.

Hable con Carlos, también con Papá, quien me dijo que no enterraría a Mamá hasta que yo llegara, que era su promesa, eso me daba algo de tranquilidad, la palabra de mi Padre es lo más sagrado que tiene, pero la angustia y ansiedad por llegar eran inmensas. Ya Carlos había hablado con amigos acá para que me recogieran del aeropuerto y en su carro llevarme a Arequipa sea como sea.
Como por acto divino cerca de las 10 de la noche después de 4 horas de angustia, subimos al avión por tercera vez y gracias al cielo pudimos despegar.

De lo que sigue no voy a escribir, porque, a pesar de tenerlo en mi mente muy marcado, es doloroso, y sobre todo muy personal, espero lo sepan entender.

Escribir este artículo, siendo día de la Madre, pues, no puede hacerse sin lágrimas en los ojos, pero al igual que todo lo malo de esta vida, los momentos duros pasaran, tiempo al tiempo, no existe otra.

Mamá con su nieta: Ana Paula
María Elena, o Malena como todos le decían, nació en 1943, hija de un gran hombre y ni que decir de su madre, una familia ejemplar. Mi abuelo de raíces pobres y mi abuela por el contrario venía de la más alta alcurnia.


Mis primeros recuerdos familiares son, cada sábado en casa de mis abuelos donde nos reuníamos en familia a almorzar religiosamente a las 12 del día, ya que los domingos, todos los domingos, con mi papá pasábamos a recoger a mi abuelo para irnos al hipódromo, pasión que él compartía con nosotros para alegría y amargura de mi abuela y en definitiva de mi madre también.

Y hago un paréntesis para hablar de la hípica, afición que hasta ahora vivo intensamente con mi padre y mi hermano, que a su vez tiene tantas anécdotas que contarlas una por una sería interminable, para eso existen las amenas reuniones entre hípicos.

Hace muchos años, cuando mis padres aún no estaban casados, él trabajaba en una importante empresa productora de leche, ingeniero de planta, pues viajaba mucho, por otro lado mi madre, trabajaba en Arequipa, existían los remates de caballos, como los hay siempre, y mi papá pues le encargó a su novia, que asistiera al remate de caballos (vaya encargo, que coraje de papá), y le indicó que cuando saliera a la venta el potrillo que él había escogido, pues simplemente levante la mano, en definitiva confiando que el precio sería razonable y dentro de lo presupuestado, pues cuando llegó el potrillo, mi mamá (muy neófita, pero a su vez emocionada como toda mujer al comprar) sólo atinó a levantar la mano cada cierto tiempo, lo que no calculó fue que mucha gente pujaba por el mencionado potrillo, y ella sin darse cuenta compro el potro en unas 5 o 6 veces lo presupuestado por mi papá!!!, como en ese entonces no existían celulares, mucho menos internet, ni cómo comunicarse para avisarle que la compra se estaba saliendo de lo normal.

Al regresar mi padre de su viaje, pues lo primero que hizo fue emocionado a ver su adquisición y firmar los papeles correspondientes, menuda sorpresa que se llevó al ver el precio que debía de pagar por el potrillo y pues como todo hombre enamorado, no le quedó otra más que morderse la lengua y refunfuñar por dentro (lo conozco, así diga él diga hasta ahora que no renegó al respecto). Para alegría de ambos, el caballo fue uno de lo más queridos por mi familia, y un crack de la época (crack = campeón).

Al poco tiempo, mi papá acepto un cargo en un pequeño valle a varias horas de Arequipa, por la responsabilidad que implicaba pues debía de vivir ahí y dada la falta de comunicación de la época, decidió terminar con Mamá, ya que en ese entonces ella trabajaba y con lo bien que le iba difícilmente dejaría todo por él. Cuenta mi Padre, que Mamá toco su puerta al día siguiente de que le diera la noticia que debían de terminar y pues le enseño su carta de renuncia, que así nomás no lo perdería, ante tal situación, con mucho asombro y definitivamente con una gran sonrisa, es que le propuso matrimonio, casi en el acto.

Ella dejó todo por el amor de su vida, y fue a vivir a ese valle, tan alejado de la civilización, y puedo decir que Mamá ha sido el fiel reflejo de la mejor esposa, una gran mujer al costado de un gran hombre, y hasta sus últimos días estuvo con él en buenas y malas (y peores también), en salud y ni que decir en enfermedad y sobretodo en riqueza y pobreza.

Las cosas que más recuerdo de ella, son sus dichos y frases, muchas de las cuales las he publicado en el blog y la página de facebook, su calma para ver la vida de una mejor forma, siempre con una sonrisa ayudando a cuanta gente lo necesitase.

De mi madre solamente se pueden decir cosas buenas, y quienes la conocieron lo pueden corroborar, una mujer excepcional, una esposa sin igual y una Madre ni que decir, ella siempre dió todo por su familia, decía que era lo más importante en esta vida y quienes siempre estarán incondicionalmente, pase lo que pase.

Era Católica con una Fe impresionante, ayudaba mucho a los pobres sin hacerlo notar, en su Restaurante, ubicado en majes (un pueblo a dos horas de Arequipa) ella al mediodía salía a la puerta y a todos los niños que pasaban por ahí los hacía formar una fila y les invitaba un vaso de jugo, ya que el calor en la zona es insoportable, daba clases y juntaba donaciones a una escuela de discapacitados, ayudaba a la policía (más de una vez yo pasaba manejando y me paraban, de inmediato decían entre ellos: es el hijo de la señora Malena, y listo asunto arreglado), todos los años formaba un coro de niños para diferentes eventos, e innumerables cosas más.

Al pasar el tiempo es cuando más falta nos hacen las personas que amamos, no hay un solo día que no piense en Mamá, la extrañaré por siempre y nunca entenderé porque se fue mucho antes de tiempo.

Mami: me haces tanta falta que publicar esto a tanta gente es lo menos que puedo hacer por ti, gracias por darnos tu vida entera, por enseñarnos a ver las cosas a tu manera, a pesar que aún nos cueste hacerlo, por enseñarnos a madurar a pesar que me falta mucho. Gracias por traerme a este mundo, por todas las noches sin dormir que estuviste a mi lado, perdóname todas las noches que te quite el sueño esperando que llegue a casa, por todos los malos ratos que inconscientemente te hice pasar, por las veces que no entendía tu punto de vista, y que con los años ahora te entiendo. Gracias por apoyarme en esta aventura de Matemos a Cupido y gracias por haber sido mi fan número uno, siempre lo serás.

Sólo hay algo que faltó enseñarnos: cómo extrañarte y superar tu ausencia.

Ser madre es la cosa más increíble que puede existir, tener la dicha de procrear una vida, no existen palabras que pueda decir en cuanto a eso, solamente les doy mi admiración y profundo respeto, y en este día les deseo absolutamente todo lo mejor, más aún a Verónica quién es orgullosa madre de dos hijos, saludo a las madres que perdieron un hijo, mis oraciones para que puedan superar en esta vida todo el inmenso dolor que llevan.

Muy Feliz Día de la Madre!!

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Fuerza, y animo las personas amadas nunca se van

andntl dijo...

Los recuerdos se quedan con nosotros y van donde nosotros vamos! La verdad espero que te recuperés y sigas mejor respecto a su partida. Hace como media hora encontré tu blog y me parece asombroso... he leído solo 2 entradas y era lo que necesitaba. Un hombre que escriba lo que nosotras no sabemos entender!!

D.J.E dijo...

Hola, la verdad nunca he tenido el placer de estar en contacto contigo, y aunque no soy fanatica de estar escribiendo comentarios, siempre he sido fiel lectora de tu pagina, si me extraño que por un tiempo no vi mas nada de tu blog,ya veo por que, y de corazon quisiera enviarte mis mas sentidas condolencias por que a pesar del tiempo que a pasado, la perdida de una madre nunca se olvida, pero tambien quiero felicitarte por todo tu talento al ecribir, tienes ese algo especial que hace que los que te leemos, sintieramos como si estubieramos viviendo eso contigo, tienes la magia al escribir, sige adelante siempre, que todo saldra bie... Suerte, saludos desde venezuela...D.J.E